CASO PRÁCTICO 1

Publicado en por muy especial

CASO 1: EL PEQUEÑO DETALLE DE SER UN GENIO

POR RUTH MERINO.

Cuando la gente le pregunta a Luis Arroyo Colón cómo se siente, se impacienta. Mueve la cabeza, como diciendo: “¿Qué pregunta es esa?”.

Él se siente bien, gracias. Normal.

 

Sí, entró en el Recinto Universitario de Mayagüez a los 11 años para estudiar un bachillerato en Física. Y sí, se acaba de graduar, a los 16 años, cumplidos en marzo, con 4 puntos. Y sí, tiene un coeficiente intelectual de 154 puntos, lo cual significa que le sobran méritos para pertenecer a Mensa, organización que agrupa a personas sobresalientes del mundo entero.

 

"La gente que tiene inteligencia sobre el promedio llevan vidas normales, estables” Pero Luis le resta importancia a tan brillante resultado. La prueba, dice, “más bien mide rapidez de pensamiento y buena memoria y no inteligencia como tal”.

 

En su mundo, en el mundo de un muchacho que aprendió a leer solo antes de los 3 años, todo lo que ha logrado es, pues, normal.

 

Entrevistado en su cómoda y acogedora casa de dos niveles en Moca, Luis cuenta que en agosto regresará al RUM para estudiar la maestría en su campo. El doctorado y los estudios de derecho también figuran en sus planes.

 

Nada de esto sorprende a sus padres, Ildeisabel Colón y Luis Arroyo, y a sus demás familiares. Después de todo demostró intereses poco comunes desde muy temprano.

 

Cuando tenía apenas un año y medio, “le encantaban los estados de cuenta del banco y miraba los números, como si los estuviera estudiando”, dice su mamá, quien se graduó de contabilidad de la Universidad Interamericana, pero se ha dedicado exclusivamente a su hogar desde que se casó.

 

Ni ella ni su esposo, quien trabaja en el Correo, entendían qué extraña atracción ejercían sobre él esos documentos. En todo caso, a los 3 años, el nene, calculadora en mano, empezó a chequear las cifras de los estados de cuenta, dice ahora ella riéndose. A esa altura, sin embargo, sus padres ya estaban empezando a acostumbrarse a la idea de que era un chico fuera de lo común.

“Aprendió a leer como a los dos años. Él cogía una enciclopedia vieja y miraba las páginas, pero yo no sabía que estaba leyendo. Luego, como a los 3 años, leía la prensa y hacía comentarios en voz alta cuando iba sentado en el carrito del supermercado y la gente se nos quedaba mirando como rara”, dice la madre.

 

Afirma que ni ella ni los demás parientes de Luis le dan “color” al asunto. A veces ella le quitaba los libros para que no leyera tanto y se comportara más de acuerdo con su edad.

 

Decidió matricularlo en un pre kínder, a los 3 años, precisamente para que “se copiara de los demás niños”. Y no le dijo a la maestra que ya sabía leer para que “no se prejuiciara contra él”, pero Luis se delató a sí mismo. Mientras su mamá y la maestra hablaban, encontró un manual del Servicio de Bomberos y empezó a leerlo en voz alta.

 

“¡Ay, Virgen, ya sabe leer!”, exclamó la maestra. Y añadió: “Eso es un problema porque me distrae al grupo”. Un año más tarde, en kínder, contradijo a la maestra cuando ella señaló que la conmemoración del Día de Washington era una “fiesta”.

 

Cuando el chico ofreció una mini charla sobre el héroe de la independencia de Estados Unidos, fue expulsado del salón. Tenía cuatro años. Seis años después cogió el examen para graduarse de escuela superior.

¿Su experiencia como universitario de 11 años?

“Algunos me daban dulces para que los ayudara en problemas de Física”, dice riéndose. “Yo a veces les daba las respuestas equivocadas y ellos no se daban cuenta... Algunos creían que podían aprender las fórmulas y con eso resolvían. Pero la Física no es por botella, tienes que entenderla”.

 

Sus compañeros, que lo apodaban “Shamu”, lo sobornaban con dulces por que los consumía en abundancia. El resultado fue que llegó a pesar 240 libras. Hace dos años, sin embargo, comenzó a cambiar sus hábitos alimentarios. Hoy, con 160 libras, luce una figura esbelta.

 

Obviamente ya no pueden llamarlo “Shamu”. El se ríe y se encoge de hombros. Ese tema no le llama la atención. Sí le interesa hablar sobre sus investigaciones de Física, el panorama informativo actual, su filosofía de vida y sus exhaustivas lecturas.

 

Lee vorazmente, apasionadamente, interminablemente. Lee caminando, subiendo y bajando escaleras, sentado en el piso de una librería, mirando televisión o trabajando en la computadora.

¿Cuánto te demoras en leer un libro, digamos de unas 500 páginas?

 

“Bueno, yo leo rápido, quizás me demoro un día... Pero a veces estoy leyendo más de un libro a la vez, y entonces me demoro más”, explica.

Tiene excelente memoria y una curiosidad extraordinaria. Todo le interesa. Comenta la masacre de Haditha, en Irak, para luego señalar que en Vietnam ocurrió una tragedia similar en My Lai. Y a continuación menciona al teniente William L. Calley, líder de la patrullan que mató a civiles en Vietnam y fue enjuiciado por eso.

 

Su conversación es ágil, inquieta, orientada a desmenuzar una idea o un hecho particularmente interesante. Cuando habla sobre los grandes hombres de ciencia lo hace con una mezcla de buen humor y admiración. Newton, Euclides, Galileo no son para él figuras acartonadas de la historia, sino hombres de carne y hueso con sus peculiaridades y debilidades.

 

La pasión por la lectura no se extiende a las novelas, sin embargo. Cuando se le pregunta si leyó El Código Da Vinci, dice que no. Tampoco ha visto la película. Pero sí vio “Good Will Hunting”, que relata la historia de un genio de las matemáticas. “Pero presentan al genio como un ser traumatizado. ¿Por qué? La gente que tiene inteligencia sobre el promedio llevan vidas normales, estables”, comenta.

 

Le gusta el programa de televisión “Criminal Intent”, de la serie de “Law and Order”, y “Seinfeld”. Refiriéndose al primero dice: “Pero en cuanto veo los primeros cinco minutos, sé quién es el asesino”.

 

Añade que le llaman la atención los manerismos de Vincent D’Onofrio, el actor que encarna al detective Goren. Imita a la perfección los gestos exagerados de D’Onofrio, inclinándose, extendiendo el brazo y cambiando la expresión de su rostro. Su hermano Víctor, de 12 años, sentado en el sofá, se muere de la risa observándolo.

 

Al comienzo de la entrevista, Luis había dicho que le interesaba hablar también sobre su filosofía de vida. Cuando se le pide que la resuma, reflexiona por unos instantes: “Lo más importante para mí es lo que Jesús les dijo a los apóstoles... ‘Ama a Dios por sobre todas las cosas y al prójimo como a ti mismo’”.

 

Pero a continuación añade: “Eso es lo que muchos dicen... y a veces es pura hipocresía, pero cuando se siente de verdad, pues es un mensaje importante y es el principal”.

 

 

¿CÓMO ME IMAGINO A UNA PERSONA CON APTITUDES SOBRESALIENTES?

Córdova García María Cristina.

 

Había una vez una pareja que deseaban ser padres; por lo que el día que se enteraron de que ella estaba embarazada tanta era su emoción que inmediatamente fueron a comprar libros, juguetes y muebles para su nuevo bebe.

 

Todos los días la futura madre leía al bebe cuentos y dedicaba un tiempo para escuchar música de diferentes géneros.

 

El día del nacimiento toda la familia estuvo reunida y dieron la bienvenida al nuevo miembro. El recién nacido fue un niño al cual le pusieron el nombre de Casiano al cual todos de cariño le decían Cas.

 

Desde pequeño Cas se distinguió por ser diferente; con sus juguetes interactuaba mucho, los desarmaba y los volvía a armar, armaba grandes discursos e historia al jugar, con los adultos platicaba y los cuestionaba constantemente; sin embargo él pocas veces estaba con niños de su edad porque con ellos se aburría demasiado.

 

Al crecer, en la adolescencia, las situaciones eran aun más frustrantes para Cas. Por un lado sus compañeros siempre se burlaban de el por ser el sabelotodo, no podía convivir con gente de su edad porque cada era aburrido y pensaba en que los demás eran un poco infantiles; por otro lado el sentía que nadie podía dar respuesta a ciertos cuestionamientos que el realizaba y que no se le permitiera ingresar a ciertos estudios que le agradaban como las ciencias a un nivel superior.

 

Cas siempre era el primero en terminar sus tareas, en participar en varias actividades con una vida muy ajetreada, por la mañana asistía a la escuela y por las tardes a diferentes cursos como música, pintura, deportes o literatura, era muy participativo en actividades individuales ante público, con grandes relaciones gente mayor de acuerdo a su edad y una gran memoria y reflexión.

 

En la edad adulta al no tener respuesta a sus necesidades, Cas se fue al extranjero a seguir estudiando y especializarse en el área de las ciencias y las matemáticas que siempre fueron sus materias favoritas y a las cuales dedicaba mas tiempo.

 

 


CARACTERÍSTICAS DE LOS ALUMNOS CON ACTITUDES SOBRESALIENTES.

 

CREENCIAS

CARACTERÍSTICAS

DESCRIPCIÓN DE UNA PERSONA CAS

·         Aprendizaje autónomo inicial

·         Aprendizajes anticipados

·         Segregación o sentimientos de soledad

·         Contextos desfavorables para su condición

·         Necesitan apoyo en el área de psicología

·         Requieren ayuda especializada

·          Son conferencistas

De acuerdo a Renzulli:

·         Tienen capacidades intelectuales superior a la media.

·         Alto nivel de creatividad.

·         Dedicación en tareas (perseverancia).

 

De acuerdo a Benito:

·         Capacidad para el aprendizaje.

 

Las personas tienen necesidades sociales, emocionales, de sentir la aceptación y tener éxito.

·         Alto coeficiente intelectual.

·         Aprendizajes anticipados a la edad común.

·         Memoria y rapidez.

·         Aprendizajes autónomos.

·         La gente se aprovecha al tener prejuicios.

·         Lectura veloz.

·         Realización de multitareas.

 

 

Si hoy tuviéramos que organizar actividades educativas con personas CAS:

¿Cómo te sentirías?

Frustrada, como podría darle respuesta a alguien más inteligente que yo y que no conozco sus formas de trabajo. No me sentiría capaz para cubrir sus necesidades.

¿Qué actividades organizarías?

De lecturas, reflexión, experimentación, innovación y pensamiento divergente.

¿Qué actividades o recursos emplearías?

Recursos tecnológicos, sustancias y materiales que les permita transformar, experimentar y llevar a la práctica la teoría.

¿Qué le dirías al maestro de aula en educación especial?

Que trabajara con el desarrollo de  las habilidades o capacidades que no se tengan trabajadas.

Cristina Córdova.
Intelectual 3ero "A"
6 de Febrero de 2009.
criscordova21@hotmail.com

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